La piel es el órgano más accesible del cuerpo humano, de forma que el uso de parches anticaída permite una aplicación cómoda y rápida. La administración de activos a través de la piel elimina posibles enfermedades y sus riesgos. En diferentes investigaciones han conseguido desarrollar una tecnología transdérmica capaz de transmitir los activos de un modo más preciso a través de la piel. Los parches garantizan un tratamiento intensivo y constante sin necesidad de pasar por el aparato digestivo.