Cuando la alopecia común se convierte en una realidad irreversible es posible ocultar su presencia mediante el uso de prótesis capilares. Los métodos de confección de las prótesis capilares han evolucionado con el paso de los años huyendo de los típicos peluquines de los años ’60 que todavía siguen estando presentes en la mente de muchas personas. Las prótesis actuales se confeccionan de manera personalizada mediante el uso de plantillas de la zona que se quiere cubrir, teniendo en cuenta la textura y el color del cabello de cada cliente, y se adaptan perfectamente convirtiéndose en parte del cabello propio.
Los excelentes resultados que ofrecen las prótesis actuales distan mucho de los peluquines de hace cuatro décadas, sin embargo, en la lucha por borrar la mala fama que causaron aquellos peluquines caracterizados por la presencia exagerada de cabello debe jugar también un papel importante el cuidado de estos artículos por parte del cliente.
Prótesis personalizadas
El objetivo principal de una prótesis capilar es el de ocultar la ausencia de cabello adaptándola completamente a la cabeza del cliente. La plantilla permitirá hacer la prótesis necesaria para cubrir la zona con ausencia de cabello, desfilándolo y haciendo el corte necesario para conseguir personalizarla al máximo.
La mayoría de los postizos son de cabello natural, sin embargo, en casos de cabello muy rizado o estilo afro se opta por la fibra, al igual que en cabellos con muchas canas en los que también se optará por el uso de la fibra, una fibra cuya calidad ha evolucionado con el paso de los años pareciéndose cada vez más al cabello natural.
A la hora de confeccionar las prótesis de cabello natural, al igual que en las pelucas, existe una preferencia especial por el cabello europeo e indio por la calidad, textura y lo fino de este tipo de cabello.
Cuidado y vida de las prótesis capilares
En el cuidado de las prótesis capilares se hace esencial el uso de suavizantes. Además de aplicar champús no muy agresivos e, incluso, champús especiales e hidratantes para mantener limpio el cabello, será necesario recurrir a los suavizantes, ya que al tratarse de un cabello que no genera grasa éstos permitirán mantener el brillo del cabello.
La vida de una prótesis capilar es limitada incluso si se le otorgan múltiples cuidados, puesto que los continuos lavados y secados van dejando el cabello sin cuerpo y se hace necesario cambiarlo. El cabello natural al no tener vida pierde su cuerpo y brillo y, con el tiempo, la naturalidad que debe caracterizarlo. Su esperanza de vida puede llegar hasta el año dependiendo del tipo de prótesis capilar y si se cuida normalmente, sin embargo, si se descuidan sus cuidados, el tiempo de vida es mucho menor.
Técnicas de sujeción y mantenimiento
Existen diferentes técnicas de sujeción de las prótesis en función de la cantidad de cabello a adaptar o de las preferencias del cliente. Mientras los hombres se decantan más por el uso de adhesivos, las mujeres son más reacias a desprenderse del cabello que poseen y suelen optar por los clips especiales, ya que el uso de adhesivos supone rapar la zona que todavía tiene cabello. No obstante, aunque ambos garantizan una buena sujeción, muchas personas acaban optando por los adhesivos que dan una mayor sensación de seguridad.
Existe una amplía variedad de adhesivos desde los que se pueden retirar cada noche y volverlos a colocar hasta los que tienen una duración de entre 15 días y tres semanas que implican la asistencia del cliente al centro de peluquería para que se le sustituya el adhesivo. Visita que se puede aprovechar para cortar el pelo, teñirlo y arreglarlo.
El peluquero juega un papel fundamental tanto en el mantenimiento de la prótesis capilar como en la lucha constante por derribar el mito que se creó entorno a los primeros peluquines. Para lograrlo es necesario dar a conocer la importancia del mantenimiento del peluquín y la forma correcta de llevarlo.
Las prótesis actuales difieren mucho de las prótesis de los años ’60 que se caracterizaban por una cantidad exagerada de cabello que les daba un aspecto más artificial, no estaban personalizadas y podían llegar a durar hasta ocho años. Hoy en día, las prótesis capilares se adaptan a cada cliente, si se tiene poco cabello se intenta que la prótesis tenga la misma cantidad con el fin de adaptarlo correctamente al cabello del cliente consiguiendo la máxima naturalidad.
En este contexto y teniendo en cuenta la calidad de los productos actuales, la peluquera, a través de su trabajo, será la encargada de transmitir la confianza necesaria al cliente sobre el uso de prótesis capilares. Una función que podrá complementar con el mantenimiento del postizo que implica la visita periódica al centro capilar con el objetivo de arreglarlo y mantenerlo correctamente. Si no es posible realizar esta visita, la función de la profesional será la de asesorar correctamente al cliente sobre los cuidados que requiere la prótesis capilar con el objetivo de conseguir dotarla de la naturalidad del cabello propio.
Reimplantación del cabello
La prótesis capilar debe lavarse como mínimo una vez por semana o incluso dos en función del trabajo que se tenga, que puede ensuciar más o menos este artículo. Las prótesis de cabello natural se pueden confeccionar de manera artesanal o mediante confección estándar. Si el lavado y el cepillado de la prótesis llega a provocar la caída del cabello en determinadas zonas creando clapas en la prótesis, éstas pueden volver a reimplantarse en el centro capilar si se han confeccionado de manera artesanal. Las prótesis de confección estándar no permiten su reparación y después de 6 u 8 meses de vida deberán sustituirse por unas nuevas.
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